Manifiesto de la Escuela de Filosofía de la Asamblea de Granada (1ª parte)

SPANISH REVOLUTION. PROYECTO DE MANIFIESTO 15-M

Escuela de Filosofía de la Asamblea de Granada

PRIMERA PARTE. 12 TESIS Y UNA PROPUESTA.

La Escuela de Filosofía de la Asamblea de Granada se define como la escuela del pensamiento de las personas filósofas indignadas. Su tarea consiste en dar cuenta de la unidad interna entre la gran Filosofía, el pensamiento popular y la spanish revolution, así como la crítica a la ideología del sistema imperante. Por ejemplo, la expresión popular “bueno, bonito y barato”, es decir, lo bueno, lo bello y lo económico es similar a la del filósofo griego Heráclito, del s. VI a.e., “lo bueno, lo bello y lo justo”, donde un sentido de lo justo que no esté ya dicho en lo bueno parece que es, justamente, lo económico. Estos son principios grandes entre los grandes, y son la medida que todas las personas tenemos para cuanto pensamos, deseamos, queremos y hacemos. Una forma de ver la falsedad de la ideología de este sistema es que ha convertido estos principios en imposibles, incluso en principios negativos a combatir. Las personas indignadas, en cambio, queremos un “sistema” ( político, económico, jurídico, etc.) bueno, bello y económico.

TESIS:

1ª. Ética política universal.
Este manifiesto no es una ideología sino un proyecto de ética política universal, y, por tanto, está y estará por siempre abierto.

2ª. Liberación.
Luchamos, con la fuerza del amor, no la del odio, contra todo régimen de señorío y servidumbre, sea cual fuere la máscara que adopte. En la verdadera comunidad política reinan la amistad pública y la felicidad pública.
También el burgués es un régimen de señorío y servidumbre, y el modo de vida burgués una esclavitud. La dominación de la clase burguesa aparece de un modo relativo. Aunque el derecho abstracto que hoy padecemos es burgués, no es una clase dominante establecida jurídicamente de un modo expreso. Sin embargo, sí lo es, de hecho, generalmente, por nacimiento en una familia rica. Hay situaciones intermedias, las de las clases medias, que sirven y son servidas, pero también son o pueden ser relaciones de señorío y servidumbre; también aquí hay, por turnos, dominación, humillación, etc. No es un servicio recíproco, democrático, el de la buena división del trabajo, el de la cooperación. Las clases medias amortiguan la tensión, pero no hacen que el régimen sea libre. Sigue, pues, habiendo dos clases, la heredera (¡y sus ideologías son las que más hablan de mérito!) y la desheredada. Lo cual es incompatible con la Democracia.

Todo el sistema burgués (en política, en economía, incluso en la ciencia, según creen) se rige por esta regla: “sí o no, lo tomas o lo dejas”. (Pero, si no, tienes dictadura o no comes). No hay deliberación, conocimientos, experiencia, debates, críticas, propuestas, participación… Un voto cada cuatro años y, para muchos, aceptar cualquier empleo, es lo máximo a lo que se puede aspirar en este sistema.

3ª. Dignidad humana.
Ética política universal, decimos. Este manifiesto pretende ser una muestra de que lo universal no ha de ser pensado como algo que, por su generalidad, sea un concepto cuasi vacío, y que por ello puede cumplir una opresiva función ideológica (como el etnocentrismo, por ejemplo). Lo universal, referido a la esencia, es, para la Filosofía, lo más intensivo y concreto, en este caso, la persona. (Políticamente, la persona ciudadana).

Como sabemos por experiencia, las personas tienen intereses contrapuestos y por eso luchan unas contra otras (compiten, rivalizan, guerrean). Pero esta instancia no es la última y definitiva. Por encima de ella está la inextricable unidad de seres que tienen una mente colectiva. A esa instancia, la esencial, apelamos las personas indignadas.

La ideología del sistema no es humanista, como algunas creen, sino contraria a él. Esto es así necesariamente porque un régimen de señorío y servidumbre es incompatible con esa concepción democrática/revolucionaria del Renacimiento, el Racionalismo y la Ilustración, en su buena repetición de la Filosofía antigua. Ésta es nuestra tradición, que culmina en la concepción del racionalista Spinoza de la Democracia como el régimen absoluto. VAMOS LEJOS PORQUE VENIMOS DE LEJOS.

Humanas, maravillosamente humanas, en la igualdad y en la diversidad. (La igualdad es la condición de la libertad y, por tanto, de la diferencia).

4ª. Política: personas libres, iguales y unidas.

La asamblea (la constitución de una mente colectiva) es la verdadera realidad política: Libertad, igualdad y unidad.

La política es la lucha por la unidad de la ciudadanía; justo lo contrario de lo que hacen los partidos: no saben lo que es la política; lo suyo es más bien la antipolítica. En las asambleas, en cambio, buscamos ese consenso ciudadano.

La persona representante de los partidos políticos puede entrar en contradicción con el pueblo que la ha elegido, porque las propuestas de su partido o las suyas propias no sean las mismas, en un momento determinado, que las de la generalidad de la ciudadanía. En cambio, la representante de la asamblea no es tan fácil que entre en contradicción con ésta, porque lo que dice son los consensos de su asamblea, en los que va incluido su voto.

Convierten la política en una mercancía.

Dicen que nuestras asambleas son tumultuosas, pero el señor Bono no podría ni soñar en moderar un debate en el Parlamento como lo hace alguna de las personas que moderan nuestras asambleas.

El esplendor de la vida colectiva no menoscaba la respetable vida privada.

No miramos al “poder” sino a nosotras mismas, nos autoorganizamos.

5ª. No-violentas.

La no-violencia une las mentes, la violencia las separa. La no-violencia es la energía de unificación (el poder) del pueblo. Y éste es el verdadero poder; el sistema no es nada sin las trabajadoras. (“No hay caminos para la paz, la paz es el camino”. “El pueblo unido jamás será vencido”).

6ª. Autoconscientes.

Cambiamos el mundo, cambiamos nuestras vidas.
La identidad colectiva (“tradición” política) es la identidad de las asambleas dada por la historia de sus consensos.

El corazón tiende a hacer el bien a las otras personas porque es el corazón de una mente colectiva, de una praxis racional semiinconsciente; el problema se genera porque ello no puede llegar inmediatamente a la conciencia y porque tiene que luchar contra grandes inconvenientes, como, por ejemplo, la creación de (insostenibles o inasumibles) imperios y sus secuelas (grandes ideologías gregarias, esclavizantes, etc.) Por eso es fundamental la vieja “toma de conciencia”. Autoconciencia de pueblo. El corazón sin razón es ciego, la razón sin corazón es sofística.

Solo quien tiene autoconciencia sabe que la igualdad no es gregarismo, sino una virtud, así como el consenso no es uniformismo sino la libertad para emprender otra cosa.

7ª. Trabajo artístico, técnica democrática, economía política.

El principio de la economía política es la cooperación del trabajo creador y sus buenos productos y servicios.

El buen crecimiento es el personal y el democrático; el llamado “crecimiento económico” no es tal, es antieconómico. (Pero lo peor que se puede decir de un sistema económico es que es antieconómico, y es evidentísimo que éste que padecemos lo es).

8ª. Cuidado de las mentes y los cuerpos: Equitativas y solidarias.

El cuidado político no es ley+policía, sino consenso ciudadano + educación.

Cuidado educativo: Todas las personas somos estudiantes y maestras al mismo tiempo (del pueblo, no de una élite).

El cuidado de la salud, en nuestras manos.

9ª. Madre Naturaleza.

Respeto por la Madre Naturaleza y relación armoniosa con ella.
Toda una suerte de concepciones irracionales olvidan que somos seres naturales, desprecian la Naturaleza y la separan del sistema jurídico (teoría del contrato social), económico, etc. Pero, ¿cómo vamos a tener, por ejemplo, una buena economía si es pensada como un sistema separado de la Naturaleza?

10ª. Cosmopolitas.

¿Qué limite geográfico ha de tener la República asamblearia? –Viene dado por el interés de la autosuficiencia, responde la Filosofía política. Y hoy el límite está en la humanidad entera. Desde el s. XIX se ve que la revolución ha de ser mundial, y mientras tanto esta evidencia se ha concretado, expandido y profundizado en la época de la globalización. La democracia completa es cosmopolita.

La causa de las luchas de todos los pueblos de la tierra por su liberación y la democracia es también nuestra causa.

11ª. Revolución democrática (o universal).

El 15-M es un movimiento revolucionario, no reformista, como lo prueban algunas de las consignas más repetidas y con más entusiasmo y convicción: “que no, que no, que no nos representan, que no, que no…”, “lo llaman democracia y no lo es”, “esto solo es el principio”, “vamos despacio porque vamos lejos”, “nuestros sueños no caben en vuestras urnas”, etc. En este sistema normalmente no se arregla nada, todo es de usar y tirar, menos el sistema mismo; nosotras pretendemos lo contrario. No queremos arreglar este sistema malo, feo, injusto, antieconómico. No queremos este Estado burgués, queremos un “Estado” propio, verdaderamente democrático, y lo vamos a construir nosotras mismas.

Nosotras, las personas trabajadoras, no somos la negatividad viviente que han pensado algunas (vacío, esclavitud, pobreza existencial). En todo caso, somos las más libres, porque por experiencia –estamos sufriendo las consecuencias del sistema- no podemos creernos la ideología dominante. Nuestras mentes no están tan penetradas por la falsedad dominante como las de las clases “altas” y burguesas, que sí se la creen; están alienadas y esclavizadas.

La Revolución democrática no es un juego en el que unas personas ganen y otras pierdan sino que, con ella, todas ganan; es un heraldo que anuncia a todos los seres humanos que ha llegado la hora del reconocimiento de la excelencia ciudadana, el “magistrado indefinido”, el “político” de verdad.

12ª. Historia esencial.

Lo que crece en la Historia no es la competencia técnica como un principio, sino todo lo derivado del esfuerzo constante de las personas por vivir mejor. Aquello se da, pero como un elemento más, no como un principio. Es más, puede ser mera “razón positivista”, o “razón instrumental”, o “razón tecnocrática”, o sofística.

La riqueza humana, el don de la naturaleza y de las mentes colectivas, es la herencia de las que dan siempre, no de las que siempre reciben sin dar apenas, las élites privilegiadas, que más bien dan humillación y sufrimiento a las trabajadoras.

La Democracia ilumina el sentido de la Historia, postulando un fin (telos) de ella adecuado a la libertad, no como algo ya dado a lo que tendemos sino aquello necesario y digno de ser trabajado por cada presente. En el nuestro hay demasiado sufrimiento y están encendidas muchas alarmas. Los seres humanos tenemos un mundo que podemos perder o que podemos ganar. Somos conscientes de la grandeza de esta responsabilidad, la asumimos y nos esforzamos por estar a la altura de ella; lo cual no lo vivimos como una pesada carga sino con alegría, porque llena de sentido nuestra vida.

Lo que sea el ser humano, bueno o malo, se dirime en la revolución. Nosotras nos proponemos demostrar que el ser humano es (=puede ser) bueno, o la maravilla de la Democracia.

(Esta primera parte del manifiesto ha sido corregida en algunos puntos relevantes en base a las críticas y sugerencias recibidas en la Asamblea de Granada, donde fue leído).

PROPUESTA: La Escuela de Filosofía de Granada propone a todas las asambleas 15-M, y a toda la ciudadanía que quiera participar en ellas, que se declaren en proceso constituyente, creándose en cada asamblea el grupo de trabajo “proceso constituyente” que lo organice.

Como primara fase del proceso proponemos este Manifiesto, junto a otros que se presenten, al debate de las asambleas, para que susciten todo tipo de propuestas, correcciones, incluidas las enmiendas a la totalidad, con las correspondientes alternativas.
La ideología dominante cree que sin dinero no hay poder, que no podemos hacer nada. Se equivoca. Podemos hacer lo más grande: la comunidad política.

¡VIVA EL PROCESO CONSTITUYENTE!

Granada, 19 de julio de 2011